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“ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL MAIMONA”, así como los frutos de los trabajos de investigación y análisis presentados en las

JORNADAS DE HISTORIA DE LOS SANTOS DE MAIMONA Y LA ORDEN DE SANTIAGO, celebradas en esta Villa de Los Santos de Maimona, que en este año, 2012, han cumplido su IV edición.

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lunes, 6 de febrero de 2012

LOS SANTOS DE MAIMONA: CRUCE DE CAMINOS Y VIAJEROS. PRIMERA APROXIMACIÓN: EL TOPÓNIMO “LOS SANTOS”, REPERTORIOS CAMINEROS Y APUNTES CRONOLÓGICOS HASTA MEDIADOS DEL SIGLO XIX

Diego M. Muñoz Hidalgo.

(Historiador. Sociedad Arqueológica de Extremadura)

 Resumen:      El paisaje de Los Santos de Maimona es, por una serie de necesidades humanas (trashumantes, económicas, militares, etc.) y condicionantes físicos (alineación de puertos de montaña y vados de los ríos), cruce de grandes rutas naturales del suroeste de la Península Ibérica; siendo además un territorio intermedio entre importantes centros urbanos (Sevilla-Mérida  y Córdoba-Badajoz). De  todo esto quedan rastros toponímicos (Los “Santos” de Maimona, Sierra de “San Cristóbal”, Camino y Puerto “de la Plata y Calle “Sevilla”) originados directamente de esta tradición caminera. Del mismo modo este espacio ha sido escenario de grandes acontecimientos históricos, ejércitos y viajeros que pasaron por aquí; figurando Los Santos, o su entorno, en diversos diarios y repertorios de caminos.


Palabras clave: Ruta de la Plata, toponimia, viajeros.



Los Santos de Maimona en la historia,
Los Santos de Maimona, 2009,
Fundación Maimona, págs. 79-100.
ISBN: 978-84-613-0001-3



INTRODUCCIÓN

          El entorno de Los Santos de Maimona ha sido, durante milenios, encrucijada de caminos y viajeros. Muchas de sus huellas se borraron, pero algunas nos han llegado. Es por ello que en estas I Jornadas de Historia de Los Santos de Maimona reivindicamos la gran herencia (y el gran futuro) de nuestros caminos, rescatando la memoria de los que por aquí transitaron. Sobre todo cuando estos itinerarios han sido la base de la ordenación territorial y de la cultura de gran parte del occidente de Europa; pasos que germinaron, incluso, en otros lugares del planeta. Y es que este bello escenario, en donde se entrelazan amorosamente grandes rutas naturales hispanas, ha sido testigo del latido de corazones viajeros de todas las épocas: reyes y peregrinos, ejércitos y emigrantes; pastores y comerciantes… Estos humildes apuntes no pretenden ser más que breves pinceladas de un gran patrimonio, local y universal, aún por descubrir y por respetar[1].



CONSIDERACIONES PREVIAS: CONDICIONANTES Y RESTOS TOPONÍMICOS


1.- CONDICIONANTES GENERALES

          Esta encrucijada no fue casualidad, sino consecuencia de necesidades humanas y condicionantes físicos que surgieron tanto en lejanas latitudes como en su entorno inmediato. Sus interacciones, extraterritoriales y locales, motivó una confluencia de grandes caminos en este territorio. El adaptarse a la realidad geográfica a cada paso diseñó diversos trazados, aquí coincidentes, dando lugar a un nudo de comunicaciones que ha perdurado hasta nuestros días. A su vera surgieron diversos asentamientos urbanos, como son: Los Santos de Maimona, Zafra o Puebla de Sancho Pérez. Profundicemos en estas causas:

          1.1.- Necesidades Humanas.  Son cuatro las actividades que hicieron de este entorno ser cruce viario:  

            La cinegética-trashumante: en la Prehistoria la fauna salvaje, con las nieves del invierno, emprendía el viaje hacia el Sur peninsular buscando sus fértiles pastos. Llegado el verano, con su agotamiento, retomaban su andadura hacia las verdes praderas del Norte tras el deshielo, siguiéndoles primitivos cazadores. Unos y otros aprovechaban los pasos naturales que la naturaleza les ofrecía: vados de los ríos y puertos de montañas; sabiduría que luego heredaron aquí los pueblos pastoriles-trashumantes.

            La comercial-económica: la fundación de Gadir (Cádiz) por los fenicios entorno al siglo X a. c., y sus relaciones comerciales con el interior peninsular, dio un nuevo impulso al eje Sur-Norte, que hoy conocemos como Vía de la Plata. La búsqueda de materias primas (plata, oro, estaño, etc.) desde la costa andaluza, fue consolidando este trazado indígena; convirtiéndose más tarde en eje comercial y migratorio.

            La política-militar: la dominación y administración de un amplio territorio, la imposición de determinados modelos políticos…; supuso la necesidad de utilizar los caminos como herramientas eficaces. El movimiento de tropas, el diseño de infraestructuras básicas, el control de principales itinerarios, el correo oficial, etc. supuso incluso el asentamiento humano en lugares estratégicos de paso; a la vez que se perfilaban los trazados para la rápida interconexión entre importantes y alejados núcleos de población.

            La cultural-religiosa: la difusión de diversas culturas, estilos artísticos y creencias; la motivación espiritual en la peregrinación a lugares simbólicos-espirituales (Sta. Eulalia de Mérida, Santiago, Guadalupe, Virgen de Tentudía…); supuso el necesario aprovechamiento de cauces, como la Vía de la Plata.

          1.2.- Condicionantes Físicos. Estas cuatro actividades básicas, surgidas en ámbitos extraterritoriales, darían lugar a que aquí se encontrasen tres importantes rutas naturales: Córdoba-Badajoz (eje SE.-NO.), Sevilla-Mérida (S.-N.), Huelva-Medellín (SO.-NE.). Todo ello se debió a la coincidente alineación de pasos camineros lejanos con los existentes en el territorio de Los Santos de Maimona. Desde los puertos de montaña de Sierra Morena: de Llerena-Azuaga, “del Viso” en Monesterio, y de Fregenal de la Sierra-Segura de León; y hasta sus respectivamente opuestos vados sobre el Río Guadiana, en: Badajoz, Mérida, y Medellín; hacen que estos tres principales ejes de gran recorrido coincidan en este mismo entorno, convirtiendo a Los Santos en nudo de comunicaciones (FIGURA 1). Mencionar que las características geoestratégicas de este lugar para el control viario-territorial, así como las hidrológicas, suelos fértiles, etc. hicieron aquí atractivo el asentamiento humano (militar y agroganadero). Todo ello se confirma por la multitud de restos arqueológicos documentados tanto en las alturas como en el llano de esta zona[2].



2.-  SOBRE EL NOMBRE DE “LOS SANTOS”

          Sacamos a colación aquí este hagiotopónimo no por capricho, sino por surgir directamente de los condicionantes geográficos de este territorio que le hicieron ser paso obligado y encrucijada de caminos. Del origen del nombre de Los Santos de Maimona se han dado varias versiones. Todo apunta a que “maimona” hace referencia los Banu Maymun, pertenecientes a la tribu beréber de los Masmuda que desde el Atlas marroquí se asentaron en estas tierras en los primeros tiempos de la conquista musulmana[3]. “Maymona” se cita por primera vez en el año 1229 con motivo de la escritura de deslinde del término de Mérida por parte del Rey Alfonso IX de León en su donación a la Iglesia de Santiago, en cuyo límite sur se encontraba el “caput de maymona” (cabezo). Después en 1258, y en 1285 en la confirmación de términos de Badajoz se menciona como “a las cavezas de maymona” refiriéndose a su línea serrana que hacía de frontera territorial[4].

          Pero si bien “maimona” lo creemos resuelto, no así “los santos”. La primera noticia es de 1284, en una real carta de Sancho IV, y sin la toponimia árabe; hasta que a partir de 1428 se comienza a citar precediendo a ésta, aunque con algunas excepciones como la del año 1494 en un documento de los Reyes Católicos que aparece sola[5]. Sobre su origen, y citando sólo las teorías más verosímiles, se viene afirmando que proviene, en primer lugar, de la existencia aquí de una decena de ermitas dedicadas a diversos santos; y, en segundo, de la corrupción etimológica de “altos” (en relación a “cabezos de Maymona”) a “santos”[6]. Por otro lado una de mis teorías, y que sería la tercera, era que vendría de la aparición de diversas tumbas pertenecientes a las necrópolis, de la Edad del Bronce y romanas, documentadas junto y debajo del actual casco urbano[7]. El pueblo, en el fervor religioso de entonces, creyó que eran mártires de los infieles musulmanes, considerándoles “santos”. Si bien la primera y tercera teorías (ermitas de santos o santos mártires) puedan tener su lógica, algo más se aproximaría a la verdad la segunda opción, la evolución de “altos” a “santos”. Mas, sobre este paso fonético de -alt- a -ant- presentamos aquí una cuarta, inédita y, en mi opinión, más certera base etimológica. Su procedencia sería del latín “saltus, -us”. Entre sus acepciones[8] destacamos las siguientes: 1ª) bosques, pastos, terrenos no cultivados en donde podían pastar los ganados; 2ª) monte, quebrada, lugar elevado; 3ª) desfiladero, garganta, paso en la montaña, estrecho, puerto; y 4ª) paso que permite “saltar” o cruzar de una región a otra. Si comparamos estas cuatro definiciones de “saltus” a la realidad geográfica-viaria e histórica-administrativa del entorno de Los Santos de Maimona, nos quedaríamos sorprendidos de tanta coincidencia: 1ª) Su término municipal posee aún zonas de matorral y monte bajo, antes más boscosas, sobre todo en sus diversas zonas serranas, además de documentadas dehesas; también por aquí transcurre la bifurcación de la Cañada Real Leonesa Occidental, ganados trashumantes que aprovecharían estas zonas de pastos incultos serranos por donde cruza; 2ª) Su término se caracteriza por terrenos montuosos y elevados que contrastan con las extensas planicies de su entorno; 3ª) Este terreno abrupto nos ofrece puertos y portillos entre sierras, facilitando el paso obligado de importantes itinerarios, como el Camino de la Plata entre la Sierra de San Cristóbal y la S. del Castillo (FIGURA 2), o la Cañada R. por el Puerto de la Plata (más al oriente); y 4ª) Los relieves de estas serranías fueron, durante siglos, hitos geográficos-visuales aprovechados para diseñar fronteras político-territoriales en épocas romana y medieval; el transitar estos caminos aquí sería el cruzar, o el “saltar”, de una administración a otra.

          Por tanto, ya sea por una u otra acepción (yo me decantaría más por la tercera), el término “saltus” evolucionó a “santos”, traduciéndose una realidad física a una interpretación religiosa. Varios factores contribuyeron a ello: 1º) un contexto social necesitado de símbolos, o de lugares de culto cristiano, hizo que ficticiamente se creasen hitos sagrados en la búsqueda de protección; 2º) el paulatino olvido del original significado de “saltus” favoreció esta demandada santificación de los lugares; 3º) un contexto geográfico singular como encrucijada de itinerarios, con un gran número de caminantes necesitados del amparo divino en su viaje, acrecentó las posibilidades para hacer de este espacio un lugar de protección (a semejanza de los dioses viales paganos frecuentes en los cruces de caminos); y 4º) en relación a su pronunciación de salt- a sant-, el hecho de que ambos sonidos tengan en común un mismo punto de articulación alveolar, favoreció una evolución natural a la palabra y significado al que se necesitaba llegar.

          Ya el ilustre Menéndez Pidal, sin llegar a todos estos argumentos y conclusiones, algo apreció al sugerir la evolución de “Saltus Noualis” (León, año 1194) a “Sandoval”, por etimología popular del adjetivo san[9]. Pero lo que en realidad nos hizo asegurar lo que ya intuíamos fue un breve artículo en Internet titulado “Santos falsos (hagiotoponimia)”[10]0, en relación al origen de ciertos nombres de lugares relacionados con “santos” (hagio-). En él se argumenta la evolución, en algunos enclaves, de “saltum” (soto): “saltos medianos”=sotos en el medio o medianeros, a “santos medianos”, como figura en varios documentos del s. X y en relación a San Millán y a San Julián. En el foro que a continuación se inició en esta página web aparecen, con algunas discrepancias, otros ejemplos: salmuriales a San Morales; sub altariu (debajo del otero) a San Otero; subtus mons teurega a Santa Tecla; saltus iliciniae (bosque de encinas) a Santa Linya; saltus malleolus (soto, viña) a San Maiolo; Saltus Novalis a Sandoval y a San Noval[11], etc. Pero fue en este foro en donde mi querido amigo Juan Gil Montes (con el que comparto el estudio de nuestros caminos extremeños) el que coincidió conmigo en esta raíz sugiriendo que Los Santos se debe al paso entre sierras de la calzada romana Hispalis (Sevilla)- Emérita (Mérida) (FIGURA 2). Por mi parte añado otros ejemplos, el de la localidad de “Los Santos de la Humosa” (Madrid), entre sus diversas alturas cruzaba una calzada en tierras de Cumplutum (Alcalá de Henares), cuyas serranías fueron división territorial de Caesar Augusta. O el “Puerto de los Santos” (Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real), camino romano a la ciudad de Consaburum (Consuegra), actual camino pecuario (vendría a ser “puerto del puerto”). También “Venta de los Santos”, hay varias con similares características geográficas, como la que se encontraba entre Albadalejo y Villanueva de la Fuente (Ciudad Real), en la Vía Augusta, y Ruta del Quijote[12]. En resumen, “Los Santos” vendría de su personalidad como paso obligado de caminos entre sierras.   



3.- SOBRE EL TOPÓNIMO “SIERRA DE SAN CRISTÓBAL”

          En las antiguas encrucijadas de caminos era frecuente el culto pagano a ciertas divinidades o “lares viales” para la protección de los caminantes[13]; lugares de culto que con la repoblación cristiana pudieron ser asimilados bajo la advocación a diversos santos, como sería a San Cristóbal. Su nombre viene del griego “khristophoros”: “portador de Cristo”; santo que seguramente nunca existiese. La leyenda lo tiene como mártir del s. III o V, devoción que desde el oriente llegó a la península en el s. XIII con las cruzadas. Era un soldado que ayudó a un niño (Jesús) a cruzar un río sobre sus hombros. Desde la antigüedad ha sido patrón de caminantes y transportistas. Creemos que su topónimo está estrechamente ligado a trazados camineros, siendo frecuente encontrarlo mencionado en lugares elevados próximos a cruces viales o puertos de montaña, o ermitas relacionadas con antiguos caminos, como la que se encuentra en la vía romana que supera el Pirineo por el Puerto de Somport, tramo conocido actualmente como Camino de Santiago Aragonés[14]; o como la de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), ermita que se encuentra en un alto junto al “Puerto de los Santos”, anteriormente mencionado; etc. Es muy significativo este último ejemplo por su paralelismo con el caso extremeño, en ambos se encuentran interrelacionados: “San Cristóbal” y “los Santos”. Del que estudiamos tenemos noticias de una desaparecida ermita en esta Sierra bajo su advocación[15]. En resumen, “San Cristóbal” sería un rastro de divinidades viales en este lugar de encrucijada. 



4.- SOBRE EL TOPÓNIMO “PLATA”

          Este nombre, documentado dos veces en el término de Los Santos, nada tiene que ver con este metal, sino a orígenes camineros. Según la literatura científica[16] tres podrían ser sus orígenes etimológicos: 1º) del latín “platus” (ancho, llano); 2º) del árabe “al-balath” (pavimento) o de “balata” (camino enlosado, empedrado o importante), en donde su primera parte (ba-) se pronuncia de una forma cerrada, parecida a la “p”, evolucionando al castellano como “(p)lata”; y 3º) de “delapidata” (empedrada). Por mi parte, sin descartar “delapidata”, propongo una solución intermedia: la expansión musulmana se encontró con una magnífica y estratégica red viaria romana. Hubo entonces un “latinismo”, un préstamo idiomático del latín al árabe, y después al castellano. En resumen: “platus” (o “delapidata”) = “b(a)lata” = “plata”. Los testimonios de “balata”, “albalat”, “albaladejo”… son frecuentes verlos relacionados con itinerarios históricos. Del mismo modo “de la plata” es frecuente en otros puntos del territorio hispano asociándose a viejos caminos, siendo el eje occidental S.-N., desde el Estrecho gaditano hasta la zona leonesa, en donde mejor se ha conservado. En Los Santos lo encontramos como “Camino de la Plata”, nombre recogido de los lugareños en un trabajo de campo que realizamos hace unos años. Coincide con el “Camino de Villafranca”, que sale del antiguo puente sobre la Rivera del Robledillo (FIGURA 3) para cruzar por el interior la Finca de San Jorge, dirección Mérida. Su topónimo se conserva por los términos de Zafra, Medina de las Torres, Monesterio, Real de la Jara, Almadén “de la Plata”, Castilblanco de los Arroyos, Alcalá del Río y Sevilla. Precisamente el testimonio más antiguo del mismo es de 1.370 (Archivo Municipal de Sevilla) en referencia a su paso por Sierra Morena[17]. El segundo documentado en Los Santos lo encontramos como “Puerto de la Plata[18], un paso natural localizado en la continuidad oriental de la Sierra del Castillo, por donde hoy cruza una de las bifurcaciones de la Cañada Real Leonesa Occidental, posible camino romano que vendría de Medellín, en dirección a la ciudad céltica y romana de Nertóbriga; o bien del que vendría desde Écija (Córdoba), por la ciudad romana de Regiana o Regina (Reina, Llerena), hasta empalmar aquí con el eje viario S.-N. En resumen, el topónimo “plata” confirmaría de nuevo la tradición caminera de este entorno.


5.- SOBRE EL NOMBRE “CALLE SEVILLA”

          Los Santos de Maimona, según las épocas y necesidades, y muchas veces desde Fuente del Maestre, solía ser parada obligada en los itinerarios que desde Mérida y Badajoz se dirigían a Sevilla, o viceversa. Un rastro de ello sería la herencia toponímica y urbanística que proponemos, una línea casi rectilínea, NO.-SE., que comprendería las calles: Comendador, Ramón y Cajal, “Sevilla” y Avda. de la Constitución; para dirigirse, por el “Camino de Puebla de Sancho Pérez” o, después, “Carretera Vieja”, a Sevilla. Un paralelismo lo tendríamos en Zafra y en su “C/ Sevilla”[19], al ser también Camino Badajoz-Sevilla en diversos itinerarios. En resumen, Los Santos fue hito caminero frecuentado entre el Guadiana y el Guadalquivir.
CRONOLOGÍA: NOTICIAS DE VIAJEROS Y REPERTORIOS DE CAMINOS


6.- PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA (desde los orígenes al siglo III a. c.)

          Ya mencionamos las necesidades cinegéticas-trashumantes y los condicionantes físicos que hicieron que desde la antigüedad pasasen por aquí pueblos cazadores y trashumantes. Del paleolítico tenemos aquí materiales líticos en las laderas de la Sierra de de San Jorge, junto al actual Camino de la Plata; y en las zonas bajas de la prolongación oriental de la Sierra del Castillo, junto al Puerto de la Plata, paso de la Cañada Real[20]. De la Edad del Cobre o Calcolítico (Tercer Milenio a. c.) tenemos constancia de cerámica decorada con la técnica de “pastillas repujadas o aplicadas” del poblado del Cerro del Castillo, lugar estratégico del Camino de la Plata. Su técnica nos demuestra una serie de relaciones culturales con el Norte peninsular[21]. También algunas cerámicas con influencias suroccidental y suroriental peninsulares. De esta época hemos documentado aquí poblados en altura que controlan pasos obligados, como los dos existentes en el Puerto de la Plata, el más noroccidental fortificado[22]. Ya en el Bronce Orientalizante (Siglos X al VII a. c.) comenzó a perfilarse una importante ruta comercial S.-N., desde las costas gaditanas hasta la zona leonesa, por donde ascendieron elementos artísticos provenientes del otro lado del Mediterráneo[23]. De la Edad del Hierro (S. VI-IV a. c.) destacar aquí el posible Castro del Cerro del Castillo[24], en donde hemos encontrado cerámicas de este periodo; enclave estratégico-viario de la Beturia Céltica, en el límite con la Beturia Túrdula (al oriente). Controlaría los ejes S.-N. (Camino de la Plata), SE.-NO., y el SO.-NE., coincidente con la actual Cañada Real, en donde se aprecia un antiguo camino por la alienación de enclaves prerromanos[25] (FIGURA 1). Sería interesante mencionar el uso del carro por estos caminos: muy próximo se ha documentado una Estela de Guerrero, y el hallazgo de dos ruedas en el yacimiento de Los Castillejos, ambos en Fuente de Cantos (de los siglos VIII-VII a. c. y III a. c), y el Carrito Votivo de Mérida (entorno a los s. VII o VI a. c.)[26]. Por tanto, este territorio fue una confluencia de caminos ya en antiguas épocas.


7.- IMPERIO ROMANO (s. II a. C. – S. IV d. c.).

          No tenemos una constancia fehaciente del paso por aquí de ciertos personajes, pero teniendo en cuenta esta estratégica encrucijada viaria y la documentación que nos ha llegado, sería posible; sobre todo cuando el territorio intermedio bajo-extremeño fue campo de sus diversas operaciones.

          Año 155-150 a. c.: Cauceno. Incursiones lusitanas y romanas. Este territorio era zona de paso entre ambos bandos. Los lusitanos en el 155 a. c. iniciaron incursiones al sur peninsular. Caudillos como Césaro inflingieron algunas derrotas a las legiones romanas del Pretor Lucio Mummio. En el 154 a. c. Cauceno se dirigió a la Bética, aprovechando el eje NO.-SE., arrasando parte de ella y pasando a África[27].

          Año 147-139 a.c.: Viriato. Campañas lusitanas contra los romanos. La experiencia ganadera de los lusitanos, el conocimiento de los caminos y pasos naturales, pudieran haber sido una ventaja frente a los romanos. Viriato, experto en la guerra de guerrillas, dio muestras de conocer el territorio. Creemos que a lo largo de su vida aprovechó este estratégico paso, a mitad de camino entre las tierras lusitanas y la romanizada Bética. En el 147 a. c. lo vemos liderando a su pueblo en una incursión (seguramente por aquí) hacia el valle del Guadalquivir, hasta llegar a la región del Estrecho. En el 141 a. c. el Procónsul Favio Máximo Serviliano castigó a este territorio de la Beturia, aliado de Viriato. En el 140 a. c. vemos a éste en la región bajoextremeña acorralando al ejército romano, obligando a Roma a establecer un tratado de Paz[28].   

          Año 80-78 a. c.: Sertorio. Viaje desde África a Lusitania como nuevo caudillo. General romano, fue declarado proscrito por Sila tras la guerra civil, huyendo a Mauritania. Invitado a ser caudillo de los lusitanos[29], cruzó el Guadalquivir junto a Itálica, adentrándose por Sierra Morena, seguramente por el Camino de la Plata, hasta llegar al territorio lusitano desde donde hizo varias incursiones.       
                            
          Año 61 a. c.: Julio César. Campañas contra los lusitanos. Estuvo dos veces en la Península, la segunda como Propretor de la Hispania Ulterior, emprendiendo varias campañas desde el Guadalquivir contra los lusitanos, a los que venció. Es muy posible que pasase por este entorno. Por ejemplo, en su viaje de regreso se cree que aprovechó el vado de Mérida para dirigirse a Hispalis[30]. Conquistador definitivo de la Beturia Céltica, su política de municipalización fue seguida por su heredero Augusto; uno u otro obligaron a las poblaciones de aquí a bajar al llano, anteponiendo el cognomen “Iulia”. Como ejemplo, el castro de “Ugultunia”[31], que creemos haber localizado en Sierra Cabrera (Calzadilla de los Barros)[32], cuyos habitantes se trasladaron a “Los Cercos” (Medina de las Torres)[33]. Ya municipio romano se le rebautizó como: “Contributa Iulia”. Parada de nuestra Vía de la Plata, se cita en numerosas fuentes clásicas y epigráficas[34], como es en la inscripción de la Iglesia de Los Santos, mencionando a un sacerdote del divino Augusto.

          Año 280 d. c.: “Itinerario Antonino”. Repertorio de vías romanas. De época de Diocleciano y no de Antonino Caracalla, de las 372 vías mencionadas, 34 son de la Península. Numeradas por Eduardo Saavedra en 1862[35], nos interesan la nº 23, tramo Itálica (Santiponce, Sevilla)-Emérita (Mérida); y la nº 10, tramo Astigi (Écija)- Emérita por Regiana (Reina, Llerena)[36] (FIGURA 1). No era una guía para el viajero, sino un registro de itinerarios oficiales para el cobro de los impuestos[37], por lo que explica cierto zig-zag.   
     
          Siglo III: Organización territorial. Los Santos: frontera y cruce de caminos romanos. Gran parte de este entorno se encontraba en los confines de la provincia Bética; en el “conventus” de Hispalis (Sevilla); en el territorio municipal de Contributa Iulia Ugultiniacum; y en el “limes” con la provincia Lusitania[38], y próximo a su capital Emérita. Atractivas condiciones viarias, orográficas, suelos, agua, etc., supuso una concentración de asentamientos (rurales, militares, mineros y urbanos). Básicamente son cuatro los ejes de comunicación que aquí confluyen (FIGURA 1), dos de ellos citados por el Itinerario Antonino[39]:

          Itinerario Antonino, nº. 23: Itálica (Santiponce)-Emérita o Camino de la Plata: El “Iter ab Ostio Fluminis Anae Emeritam Usque” se dirigía desde la desembocadura del Guadiana a Itálica (Santiponce), para finalizar en Emérita (eje S.-N.). En su recorrido se citan las “mansios” o paradas para la pernoctación y avituallamiento, que solían estar a una jornada de camino (entre 25 y 35 kilómetros). El tramo que nos interesa entra en Extremadura por el Puerto del Viso (Monesterio), en cuyo entorno se encontraba la mansión “Curiga”. De aquí se dirigía a “Contributa” (1´5 Km. al E. de Medina de las T.). Hasta “Perceiana” (en Villagordo o Colmenares, al Norte de Villafranca de los Barros) hay, según las fuentes, XX millas romanas (una milla=1.480 m. / total: 29´600 Km.). Su trazado, muy arruinado por la roturación agrícola (y por que la Bética le dedicó menos atención), se detecta en algunos tramos por fotografía aérea, lindes y caminos. En línea recta se dirige al Norte para salvar los relieves de Los Santos por un paso obligado (“saltus”) entre las Sierra de San Jorge y la S. del Castillo, y a escasa distancia al Este del casco urbano. Un poco antes coincide en parte con el Camino Los Santos a Puebla de S. P., en donde descubrimos, junto a la línea férrea, la parte superior de un posible miliario[40], hoy desaparecido, o tal vez un hito territorial. Desde Los Santos su traza busca altura, próxima a la línea férrea, hasta más o menos coincidir con el Camino de Villafranca que cruza el interior de la Finca de San Jorge, al pié de su Sierra, pasando por Las Bodegas[41] hacia el costado occidental de Villafranca, junto a su Estación de Ferrocarril[42].

          Itinerario Antonino, nº. 10: Astigi (Écija)-Emérita. El “Iter ab Hispalis Emeritam” se dirigía desde Sevilla hasta Écija (Córdoba), para torcer y entrar en Sierra Morena hasta “Regiana” (Reina, junto a Llerena). Desde aquí no se tiene claro su recorrido exacto, aunque creemos que pasaría por la histórica Usagre, hasta empalmar con la Vía de la Plata en el entorno de Los Santos de Maimona, por varias razones: el terreno es más llano y divide las aguas vertientes, muy característico en las calzadas romanas, evitando así las ondulaciones y arroyos al Río Matachel; también porque desde “Regiana” a “Emérita” cita el Itinerario XXIV millas (35´52 Km.), distancia muy corta a la que existe en realidad, y que sí coincidiría con el “limes” del territorio emeritense en las Sierras de Los Santos[43]. Su rastro toponímico lo encontramos en: el “Camino Viejo de Usagre”; el “Puerto de la Plata”, en la prolongación de la Sierra del Castillo; y en el camino pecuario “Vereda de la Calzada Romana” que hace linde con el término de Ribera del Fresno, al N.E. de Los Santos[44]. La prolongación de este eje SE.-NO. iría hacia el vado de Badajoz.

           Nertóbriga (Bodonal)-Metelinum (Medellín)-Fornacis (Ribera)-Turgalium (Trujillo). Este camino SO.-NE., creemos que de origen pre- y protohistórico, coincide actualmente con la Cañada Real Leonesa Occidental[45]. En época romana y desde Onoba (Huelva), en Extremadura enlazaría conocidos enclaves romanos: Nertóbriga (Bodonal de la Sierra); Lacunis (Los Castillejos, Fuente de Cantos); Contributa I. U. (Medina de las T.); Fornacis (Cerro de Hornachuelos, Ribera del Fresno); Metelinum (Medellín), un importante vado del Guadiana; y Turgalium (Trujillo). Un ramal de esta Cañada va por la zona oriental del témino de Los Santos, cruzando la Sierra del Castillo por el “Puerto de la Plata”.

          Del “limes” Bético-Lusitano (Los Santos de M.) hasta Seria (Jerez de los Caballeros). Este camino menor une diversos asentamientos romanos[46]. Arranca de la Vía de la Plata en Los Santos de M., bajo el cual existe una villa romana. Por la Calle Zafra asciende la Sierra de San Cristóbal por el Camino Viejo donde se conservaba recientemente parte de un empedrado; se aprecia obra de peralte en su margen derecho formado con grandes piedras. Al descender la Sierra llega a la Torre de San Francisco construido sobre una villa romana. Continúa por el casco urbano de Zafra  (Ayuntamiento, Plaza Chica y Arco de Jerez) hasta el Molino de Jaraco en la R. de Zafra, junto a otra villa. Asciende la Sierra del Castellar por el Camino Colorado para cruzar un portillo, en el macizo rocoso de nuestra derecha hemos localizado un castro indígena y posterior “Castellum” romano republicano. Desciende junto a otra villa, hasta Alconera con una aldea romana, cruzando después el Puerto de Sto. Domingo, en la Sierra de Alconera, en dirección a Seria Fama Iulia (Jerez de los Caballeros) en cuyo tramo, en Brovales, hay un viejo puente, tal vez romano.


8.- MIGRACIONES Y REINOS GERMÁNICOS (S. V – s. VII)

          Año 419: Rey Gunderico. Emigración-campaña de Vándalos Asdingos, Emérita-Hispalis. Asentados a orillas del Danubio y tras un fallido intento de penetrar en la península Itálica, son asediados por el ejército imperial. Llegan a nuestra península en el año 409 junto con suevos y alanos, estableciéndose al noroeste, en la Gaéllica. Se trasladan después a la Bética. Al mando del rey vándalo asdingo Gunderico, entablan batalla en Emérita (Mérida) en el 419 contra los suevos del rey Hermigario; continuando su camino hasta Hispalis. Luego pasan a África en el 429 en donde fundan un reino en Cartago (Túnez)[47].

          Año 441: Rey Requila. Campaña de los Suevos, Emérita-Hispalis. Éstos engloban diversos pueblos del Norte de Germania. Se establecen en Hispania, en la Gaellica, fundando en el 411 un inestable reino que organizó diversas expediciones a las provincias hispanorromanas del Sur. En su expansión territorial el rey suevo Requila se hace con Emérita (Mérida) en el 439 para, a continuación, conquistar Hispalis (Sevilla) en el 441, sometiendo después la Bética[48].

          Año 458-459: Rey Teodorico II. Campaña de los Visigodos, Emérita-Hispalis. Los Visigodos llegaron a la península en el año 415. Se alían a Roma para proteger sus riquezas frente a los saqueos producidos por vándalos y alanos. Con el tiempo consolidaron aquí su reino. Uno de sus reyes, Teodorico II, desde Tolosa marchó para combatir contra los suevos, obligándoles a replegarse de las zonas conquistadas. En esplendorosa campaña por el reino suevo se dirigió a Emérita (Mérita), y desde aquí contra Hispalis (Sevilla). Sus victorias afianzaron los dominios visigodos en la península[49].

          Año 554: Rey Ágila. Campaña visig. contra la facción de Atanagildo, Emérita-Hispalis-E. En el 549 los partidarios de Ágila le proclaman Rey tras asesinar al heredero del reino visigodo Tediselo. Frente a estos hechos hay una revuelta nobiliaria en la que Atanagildo es elegido Rey de los Visigodos en el 551, iniciándose una guerra entre las dos facciones. Atanagildo pide ayuda al emperador bizantino Justiniano a cambio de cederle varias plazas costeras. Ágila, desde Emérita, lleva sus tropas a Hispalis donde es derrotado, retirándose luego a Emérita donde es asesinado por sus propios partidarios[50].

          Siglo VII: “Anónimo de Rávena”. Lista de ciudades coincidentes con itinerarios romanos. El tramo que nos interesa, Mérida-Sevilla, prácticamente es un calco del Itinerario Antonino nº 23, aunque aporta noticias de nuevas poblaciones intermedias. Enumera: “Pergelana”, “Contributa”, “Lacunis” (término de Fuente de Cantos) y “Curiga”. Nos confirma la vigencia de este camino (por Los Santos) en esta época[51].

          Año 632: Inscripción de la Iglesia de Sta. María (Mérida). Reliquias de Santiago. Realizada en mármol, perteneció a una basílica visigoda situada bajo la Alcazaba árabe, junto al Puente del Camino de la Plata. Es el único testimonio arqueológico de esta leyenda peninsular que menciona a este santo, por lo que suponemos que en esta época habría una devoción y primitiva peregrinación jacobea por este camino[52].

          Año 686: Reparación del Puente de Mérida sobre el Río Guadiana reinando Eurico. El Duque de Sala, y gracias al arzobispo Zerón, lo manda reparar[53]. Esta fecha es significativa pues demuestra la importancia en este siglo de esta infraestructura; estratégica en la comunicación política, militar, económica y eclesiástica con el amplio y fértil territorio al Sur del Guadiana, y con Sevilla y Córdoba.


9.- CALIFATO CORDOBÉS Y REINOS DE TAIFAS (s. VIII – s. XII)

          De este periodo son innumerables las campañas, correrías, desplazamientos… que tuvieron como escenario viario estos paisajes de Los Santos. Estas tierras intermedias entre Córdoba-Sevilla y Badajoz-Mérida, fue un frecuentado paso de tropas que nos llevaría un artículo entero. Citaremos algunos ejemplos.

          Año 711: Rey D. Rodrigo. Tras su derrota en la Batalla de Guadalete se refugia en Mérida. Tras esta batalla, crucial en la conquista musulmana del territorio peninsular, y según fuentes mozárabes de la época, este Rey visigodo huyó a Emérita[54], seguramente por el camino natural “de la Plata”.

          Año 712 y 714: Muza Ibn Nusayr. Campaña de Sevilla a Mérida, y viaje de regreso. Este Emir de África del Norte desembarca en la Península en el 711. En su fulgurante campaña conquista Hispalis (Sevilla). En el verano del 712, siguiendo la calzada (Camino de la Plata) por Sierra Morena, por la vía natural del Puerto del Viso (Monesterio), y  pasando por “Laqant” (Fuente de Cantos), sitia Emérita; haciéndose de ella en el 713. Tras continuar sus conquistas por territorios del Norte, regresa desde Mérida hasta Sevilla en donde embarca hacia Damasco reclamado por el Califa al-Walid[55].

          Año 713: Abd al-Aziz. Campaña Mérida-Sevilla. Hijo de Muza, gran militar y diplomático, acompañó a su padre hasta Mérida. Luego volvió a Sevilla para sofocar una revuelta. Estuvo casado con la viuda del Rey Don Rodrigo. Fue Gobernador de al-Ándalus desde el 714 hasta su asesinato en el 716[56].
  
          Año 713 ó 714: Tariq Ibn Ziyad. Viaje de regreso de Mérida a Sevilla. Beréber, Gobernador de Mauritania, bajo las órdenes de Musa invadió también la Península. Salió victorioso en la Batalla de Guadalete. Tras sus campañas norteñas viajó de regreso a Sevilla desde Mérida[57].

          Año 755: Yusuf al Fihri. Campaña Mérida-Fuente de Cantos-Sevilla. Gobernador dependiente del califato, durante su mandato el príncipe omeya Abd al-Raman I llega a la península y se hace proclamar Emir. Yusuf huye de Córdoba buscando apoyos en Mérida y Laqant (Fuente de Cantos), para marchar a Sevilla con un nutrido ejército. Vencido, se instaura el primer gobierno independiente[58].

          Año 813: Aparición del sepulcro de Santiago en Galicia. Inicio de las peregrinaciones. La noticia corrió por toda la Península. El Padre Mariana, en su “Crónica General de España”, nos dice: “de todas las partes del mundo acudían a visitarlo, siendo el mayor número los que venían de tierras de moros”. Así el Camino de la Plata se convirtió en el “Camino Mozárabe de Santiago”, cauce de peregrinos desde las grandes comunidades cristianas del Sur, cruzando estas serranías santeñas al “campo de las estrellas”[59].

          Siglo X: Ibn-Hawal. Mención geográfica de la “gran ruta”, Córdoba-Badajoz. Político y viajero, escuetamente nos dice: “De Córdoba a Badajoz por la gran ruta seis días”. Esta “gran ruta” haría mención al camino principal y más corto, pues había otros dos de más distancia por Mérida y Jerez de los Caballeros. Su trazado seguiría la ruta natural SE-NO.: Azuaga, Llerena, para encaminarse (como la vía nº 10 del Itinerario Antonino) hacia la zona de Los Santos-Zafra, prosiguiendo hasta Badajoz[60].

          Año 1063: Rey Fernando I. Viaje León-Sevilla-León. Traslado de reliquias de San Isidoro. Gonzalo de Illescas, en su “Monarchía Eclesiástica”, nos da noticias del viaje de este Rey desde León: “Pasó adelante hacia Sevilla y hubo de esta jornada el cuerpo del glorioso confesor San Isidoro, por concesión del rey de Sevilla, y llevándole a León, por el muy antiguo camino romano”[61].

          Año 1154: Al-Idrisi. Término de su obra geográfica. Cita la “gran ruta”, Códoba-Badajoz. Viajero y geógrafo, realizó bajo el patrocinio del Rey Roger II de Sicilia un gran estudio cartográfico de toda la tierra. Al igual que Ibn-Hawal, menciona escuetamente: “De Badajoz a Córdoba por la gran ruta seis días”, el camino principal que unía la capital omeya con la capital aftasí por Los Santos-Zafra[62].

          Año 1174: Sayyid Abu Hafs. Campaña almohade, Sevilla-Ciudad Rodrigo. Hermano del Califa Abu Ya´qub, realizó una campaña contra Fernando II. El ataque se realizó contra Ciudad Rodrigo, partiendo de Sevilla el 3 de septiembre, pasando seguramente por aquí, conquistando Cáceres y Alcántara[63].

          Año 1184: Yusuf Abu Ya´qub. Campaña almohade Sevilla-Badajoz, Batalla de Santarem. Fracasada expedición contra el Rey portugués Alfonso I Enríquez, en donde murió este califa almohade, constructor de la Giralda sevillana. Según se desprende de las crónicas salió el 7 de junio, cruzó el Puerto del Viso (Monesterio), hasta hacer parada el 18 junto al castillo al-Arya (Sierra Cabrera, Calzadilla de los Barros, donde descubrimos el castro de Ugultunia). El 21 prosigue hasta abandonar la calzada seguramente en el entorno de Los Santos para buscar y enfilar por la colada natural hacia Badajoz[64].

           Año 1196: Yusuf Abu Ya´qub al-Mansur. Campaña Sevilla-Mérida-Trujillo-Plasencia. Nuevo Califa tras la muerte de su padre en la Batalla de Samtarem, realiza una expedición desde Sevilla por Mérida contra el Rey castellano Alfonso VIII. Coincidió con la máxima expansión de los almohades[65].


10.- REINO CASTELLANO-LEONÉS (s. XIII – s. XV)

          Año 1229: Alfonso IX. Incursión de caballeros de Santiago al “cabezo de Maymona”. Según la crónica de la Orden de Santiago una hueste de sus caballeros “llegó hasta Çafra, el Atalaya de Naharro, Medina de las Torres y el cabezo de Maymona”[66].

          Año 1230: Ibn Hud. Retirada de sus tropas desde Mérida a Sevilla. Ante la incursión del Rey leonés Alfonso IX por el valle del Guadiana en 1229, en donde toma los castillos de Zafra (Sierra del Castellar) y el que creemos que también existiese en Los Santos, acudió desde Córdoba el recién reconocido como soberano de al-Andalus. Vencido su ejército junto a Mérida, retrocedió hasta Sevilla[67].

          Años 1230-1246. Conquistas del Reino Castellano-Leonés del Guadiana al Guadalquivir. Dominadas las estratégicas plazas de Badajoz (1230), Mérida (1230) y Medellín (1234), todo el Sur hasta Sierra Morena estaba expedito. Bajo Fernando III, rey de los dos reinos en este año, ocupa Hornachos (1235), Zafra (1241), Montemolín (1246)[68] y, finalmente, Sevilla (1246); sirviendo el Camino de la Plata a tal fin. Según Alfonso X el Sabio, en su “Crónica General de España”, su padre Fernando III organiza una campaña conquistando: “Fuente Rommiel” (Fuente del Maestre) y Zafra[69]. Este contexto fue inspiración para las “Cántigas” de Alfonso X el Sabio y los milagros de la Virgen de Tentudía, junto a Monesterio.

          Año 1273: Fundación del “Real Consejo de la Mesta” por Alfonso X. Con la intención de fomentar la ganadería lanar se le dota de protección real a una serie de caminos, delimitando sus anchuras para que sus pastos sirvieran de alimento a la vez que hacían la trashumancia. Por el término de Los Santos pasa una bifurcación de la Cañada Real Leonesa Occidental, una de las más importantes de la Península[70].

          Año 1280: Alfonso X “el Sabio”. Hijo de Fernando III, seguramente pasó por aquí. En Sevilla, el 5 de enero, subscribió una carta en relación a la mejora de este camino a su paso por Sierra Morena[71].

          Año 1285: Sancho IV. Viaje Toledo-Sevilla. Hijo de Alfonso X, se dirigió a Mérida, saliendo de ella el 28 de junio para pasar por Real de la Jara el 3 de julio dirección a Sevilla. Su viaje se debió al desembarco de tropas del emir Abu Yusuf que asoló las tierras sevillanas[72].


11.- REINO DE ESPAÑA, SIGLO XVI

          Año 1504: Hernán Cortés. Emigración a las Indias por el Camino de la Plata. Este histórico itinerario se convirtió, durante los siglos XVI y XVII, en el principal conducto para la emigración de miles de familias, militares, misioneros, exploradores, etc. que pasaron por aquí para embarcar en Sevilla. En el 1504 partió Hernán Cortés a la isla La Española (Santo Domingo); en uno de sus viajes se habla de su estancia en el castillo-palacio de Zafra. Al menos, en la primera centuria, setenta vecinos de Los Santos recorrieron este camino para saltar a Méjico, Perú o Chile. Uno de ellos, Álvaro Alonso, en 1538, se enroló en la fracasada expedición de Hernando de Soto a la Florida, en donde se descubrió y exploró, por primera vez, el Río Misisipí al mando del zafrense Luis de Moscoso[73]. Un rastro de la aventura americana en Los Santos es el que fuera Hospital y Convento de la Purísima Concepción, fundado a finales de este siglo por el indiano Álvaro de Carvajal (del Consejo del Rey Felipe II en las Indias)[74]

          Año 1508: Fernando “el Católico”. Viaje Sevilla-Cáceres. De este Rey viajero sabemos que: partió de Sevilla a finales de noviembre; hizo estancia el 13 de diciembre en Real de la Jara, por dos células expedidas como regente de Castilla a Diego Colón (la Reina Isabel falleció 6 años antes); y que el 7 de enero llegó a Cáceres. Por tanto, pasaría por Los Santos, o por este territorio, a finales de diciembre[75]

          Año 1517 al 1523: Viaje y “Descripción y Cosmografía de España”, de Hernando Colón. Hijo de Cristóbal Colón, fue un eminente geógrafo. Navegó dos veces a América (en 1502 con su padre, y en 1509 con su hermano Diego). Biógrafo de su progenitor, heredó la inquietud por descubrir y describir. Comenzó a elaborar su “Cosmografía” en 1517, truncada en 1523 por orden Real. En su viaje por Extremadura cita múltiples veces a “los santos” (una vez añadiendo “de maymona”) como principio, parada o fin de diversos trayectos, locales o de larga distancia (ejemplo: Mérida-Sevilla por Fuente del M.-Los Santos-Calzadilla). Pensamos que pasó cerca, por “El Rincón”, por el camino de Fuente del M. a Zafra[76].

          Año 1526: Carlos V en Los Santos. Viaje Mérida-Sevilla. Rey andarín, hizo este camino poco después que su abuelo Fernando, pero a la inversa. Viajó para casarse en Sevilla con la princesa Isabel, hermana de Juan III, Rey de Portugal. Sabemos de sus estancias: Día 3 de marzo, Mérida /  4, Almendralejo / 5, Los Santos de Maimona / 6, Fuente de Cantos / 7, Monesterio-Real de la Jara… llegando a Sevilla el día 10[77]. Por la topografía, más llana y cómoda; y por la premura del viaje, evitando el rodeo por Fuente del Maestre; creemos que entró en Los Santos por el “Camino de Villafranca”, por el “Puente Grande” (FIGURA 3), tras cruzar la Finca de San Jorge, al pié de su Sierra (coincidente con la Vía de la Plata).

          Año 1546: “Reportorio de todos los Caminos de España” de Villuga (Medina del Campo). Nos da una idea de los principales caminos peninsulares. Nos interesa el que desde Valladolid, y por el Camino de la Plata, se dirige a Sevilla. Prácticamente coincidente con el Itinerario Antonino, demuestra la pervivencia de su uso. Cita las “leguas” (“i” o “j”): “Mérida / ala torre de meyja – ij / al almendralejo – ij / ala fuente del maestre – ij / alos sanctos – ij / a calçadilla – iij / a fuente de cantos – j / a monasterio – iii”[78]

          Año 1575: “Repertorio de Caminos” de Meneses (Alcalá de Henares). Prácticamente un plagio del de Villuga, añade algunas paradas más. El hecho de ser el jefe del servicio nacional de postas le da cierta veracidad. En el tramo que nos afecta es idéntico, sólo varía “meyja” por “mexia”[79]


12.- SIGLO XVII

          Año 1622: Noticia de peregrinación a Santiago por la Vía de la Plata. En este año Gonzalo de Illescas, en su “Monarchía Eclesiástica”, al narrar el traslado de las reliquias de San Isidoro desde Sevilla a León dice: […] por el muy antiguo camino romano, hoy de peregrinos […]. No sería de extrañar que Los Santos fuera parada, más aún cuando era cabeza de Encomienda de la Orden de Santiago[80].


13.- SIGLO XVIII

          Año 1729: Felipe V en Los Santos. Viaje de Badajoz a Sevilla. Inició, con su política cultual, la difusión de las “Luces” en España. Tenemos constancia de su viaje: Día 26 de enero, Badajoz / 27, Lobón / 28, Almendralejo / 29, Los Santos / 30, Fuente de Cantos / 31, Monesterio… para llegar a Sevilla el 3 de febrero[81]. Su estancia en Badajoz se debió al doble enlace de su hijo Fernando (VI) y hermanastra, con los hijos del Rey de Portugal, Juan V. La estancia en Los Santos de la familia real y su séquito influyó, a parte de estar esta población en el Camino Badajoz-Sevilla, el hecho de pernoctar en la propia casa del hijo ilustre de esta villa, D. Gonzalo Baltasar de Carvajal y Valencia, Caballero de la Orden de Santiago y Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos de Su Majestad, gobernador político y militar de la Plaza de Badajoz[82].

          Año 1775: “Itinerario Español, ó Guia de Caminos”, por José Matías Escribano. Poseía una librería en la C/ Atocha (y su hermano Miguel una imprenta), en Madrid. Esta tercera edición, con correcciones y añadidos, une Madrid con principales ciudades y villas, incorporando itinerarios alternativos y hacia otros puntos próximos. Distingue entre camino de “rueda” y de “herradura”. Cita, como “de Ruedas” y en leguas: el de Madrid-Llerena, “Villafranca 2 / Almargen [?], y los Santos 2 / Usagre 2”; y el de Sevilla-Mérida, “Fuente decantos 3 / Calzadilla 1 / Los Santos 2 / Fuente el Maestre 2 / Almendralejo 3…”[83].

          Año 1790: “Interrogatorio de la Real Audiencia”. Con la creación de la Real Audiencia de Extremadura en Cáceres, por Carlos IV en 1790, se efectúan “visitas” a todo el territorio jurisdiccional de esta Provincia, realizándose también una encuesta de 57 preguntas. Sobre Los Santos de Maimona dice:

Tiene esta villa siete posadas publicas de un ynferior estado. Los caminos reales y de traviesa son comodos, excepto las salidas para las villas de Villafranca, Rivera y Usagre, que por su mala situación de terreno, aunque se compone con frecuencia, las aguas los hacen ynstransitables, pero no a ocurrido desgracia en ellos.

Al no mencionar el viejo Puente sobre el Robledillo, popularmente: “Puente Grande” (FIGURA 3), del Camino de Villafranca, pensamos que se refiere a otro más al Este, junto a “El Portazgo”, en donde “cobra este la encomienda de esta villa por las cavallerias que pasan por este término con cargas, carreterias y muletadas”. Hace referencia a que había una administración de correos y un viejo hospital semiarruinado que “servía de albergue de los pobres transeúntes”. Además, en la visita (1791), menciona el camino a Zafra, a “media legua”, por la Sierra de San Cristóbal; Sierra “que divide por esta parte el partido de Llerena del de Badajoz”. Más adelante prosigue: “Es reparable (…) que en 7 posadas que tiene en ninguna haya un hospedaje decente, yendo por ella la carretera de Sevilla a Madrid [por Mérida] y Badajoz”[84].

          Año 1798: “Mapa de la Provincia de Extremadura”. “Interrogatorio”, de Tomás López. Se trata de una recopilación de preguntas realizadas por este geógrafo de Su Majestad Carlos IV y dirigidas a las autoridades religiosas y políticas de diversas poblaciones para tener un conocimiento mejor del reino. Los Santos no figura en esta encuesta, pero sí en el Mapa que lo acompaña como “Los Santos de Maymona”. En él confluyen cuatro caminos principales: los dos primeros dirección Mérida por Fuente del Maestre (“a dos leguas cortas” desde Fuente del Maestre, según el “Interrogatorio”) y por Villafranca de los Barros; el tercero, dirección Sevilla por Puebla de Sancho Pérez; y el cuarto, dirección Jerez de los Caballeros por Zafra. También hay tres inferiores: a Ribera (del Fresno); a Hinojosa del Valle; y dirección a Llerena por Usagre. Estos dos últimos comparten el inicio del camino, para poco después dividirse[85].


14.- SIGLO XIX

          Año 1808: “The Spanish Post Guide (La Guía de Postas de España)”, de Robert Sempre. La primera visita de este inglés a España fue en 1805, parece ser por motivos comerciales. Fruto de ello publicó un libro de viajes al que incluyó, en su segunda edición, esta “Guía de Postas” que había sido publicada en 1804. De Badajoz a Sevilla, y en leguas, indica lo siguiente: “From Badajoz to Albuera 4 / To Santa Marta 3 / To los Santos de Maymona 5 / To Fuente de Cantos 4 / To Monasterio 3…”[86].   

          Año 1809: Robert Sempre en Los Santos. Viaje de un inglés, Badajoz-Sevilla. Un año después de la rebelión popular del 2 de mayo contra la ocupación francesa, hay un ir y venir de ejércitos, siendo esta encrucijada caminera protagonista de un tenso contexto bélico en la “Guerra de la Independencia”. A caballo, en abril, desde Lisboa y por Badajoz, se dirige a Sevilla; que describe en su libro: “Un Segundo Viaje por España en la Primavera de 1809”. No nos hemos podido resistir en reproducir sus impresiones y emociones, tras una mañana lluviosa, de su paso por Los Santos de Maimona[87]:

 En la mañana del día 8 dejé Santa Marta, y me dirigí a Los Santos de Maimona con un recorrido de cinco leguas […] Alrededor del mediodía llegamos a Los Santos de Maimona, por el camino que, antes de entrar en ella casi la rodea. La población de este lugar puede estimarse en unas 1.200 almas, y el aspecto de sus habitantes, en general, es superior al de cualquiera de los ostros pueblos que hay en el camino desde Badajoz. La casa de postas[88] era muy buena, y el grado de limpieza que imperaba en el interior, habría sido tenido en cuenta hasta en Inglaterra[89]. Habiendo sido anunciado como un caballero inglés, la puerta se llenó de aldeanos curiosos, mientras que algunos de los habitantes de mejor clase, bajo variadas excusas, entraban en la casa y después de saludarme cortésmente, empezaron a preguntarme muchas cosas. Como los franceses no han entrado en estas montañas, la angustia de las mujeres es muy grande, querían saber si había alguna probabilidad de que llegasen hasta Maimona. No conocían los excesos cometidos en Córdoba y Andújar por las armas de Dupont, y la fantasía pintaba estos excesos aún con peores colores, si ello era posible, que lo que realmente habían sido. Cuando les aseguré que Inglaterra nunca desampararía su causa mientras que ellos se mantuviesen fieles a sí mismos, y les dí, al mismo tiempo, esperanzas en su futuro, sería difícil describir la alegría que sintieron. Una exclamación unánime de <<Viva los Ingleses>>[90] salió de los reunidos, mientras su anhelo de ser mis amigos se redobló. Fui obligado a tomar una porción del <<pucheiro>> de la familia; uno me tomó el sombrero; otro, la capa, y un tercero me ofreció una silla, mientras un cuarto retorcía mis guantes mojados entre sus manos y los colgaba sobre el fuego para que se secasen.

 Tras una hora de descanso, salí, acompañado de muchos buenos deseos. Desde Maimona a Fuente de Cantos, la distancia es de cuatro leguas[91], y el terreno está más cultivado que el trayecto entre este lugar y Elvas. A ambos lados del camino los campos estaban verdes con la siembra creciendo, intercalados con compactos olivares, y todo presentaba el encantador aspecto de una rica llanura de gran extensión, circundada en todo su alrededor de románticas colinas.

          Con esta poética visión se nos despide este viajero, que dentro de poco hará justo dos siglos de sus latidos por esta bella tierra; bien merecería un acto de recordatorio, de homenaje o de hermanamiento.

          Año 1809: Viaje de Lord y Lady Hollan, Sevilla-Badajoz. Tropas francesas en Los Santos. Tres meses después del paso por aquí de Robert Sempre, viaja en sentido inverso (Sevilla-Badajoz-Lisboa) el Lord y Lady Hollan. Ésta, en su “Diario”, que abarca sus dos andaduras por España (1805 y 1809), pasa por Los Santos huyendo de los franceses. El 1 de julio de 1809 nos informa: “1500 franceses llegaron [a Los Santos]. Sólo estuvieron 2 horas debido a que las avanzadas de Echevarría se acercaban”[92].

          Año 1849: “Diccionario Geográfico-Estadístico de España”, de Pascual Madoz. Obra magna que mandó a realizar este político, y con la que concluimos esta primera aproximación, nos da interesante información sobre Los Santos de Maimona. Menciona el “camino de Zafra” por la Sierra de San Cristóbal (FIGURA 2); el “camino de Fuente del Maestre” junto a Sierra Cabrera; y el “camino de Villafranca” junto a la Sierra de San Jorge. También nos dice:

se halla la v. en la carretera de Badajoz á Sevilla 12 leg. de la primera, y 22 de la segunda : la de otro ramal para Mérida (8 leg.) el cual aunque no en muy buen estado, por haberla abandonado, transitan perfectamente los carros, sin exposición de arroyos, porque hasta los regajos más ínfimos tienen sus puentes y alcantarillas : los demás son vecinales en estado regular[93].

Entendemos que el ramal para Mérida es el camino de Villafranca, y que uno de esos puentes es el antiguo sobre el Arroyo Robledillo (FIGURA 3); recorrido heredado del trazado romano. Pero una gran información la tenemos cuando nos habla de Zafra[94]: La carretera de Badajoz a Sevilla, pasa por este part. de E. á O. por los térm. de Feria, Fuente del Maestre, Zafra, los Santos y Puebla de Sancho Pérez, hasta llegar al térm. de Calzadilla […]. Coincidiría con la actual Carretera Nacional 432 y la que va, desde El Rincón (térm. de Zafra)[95], hasta Los Santos; continuando desde La Glorieta, por la Carretera vieja de Sevilla, hasta empalmar con la actual C. N. 630. Prosigue diciendo: […] en el pueblo de los Santos se le une la ant. Carretera desde Augusta Emerita á Itálica, de lo cual apenas se conserva vestijio, siendo hoy el estropeado camino de Mérida á Sevilla. Sin duda se refiere al camino del Pte. del Robledillo, por la Finca de San Jorge, más o menos por el trazado romano. Continúa: […] cruza por último por los pueblos de los Santos, Zafra, Puebla de Sancho Pérez, Medina de las Torres y Alconera, los dos caminos de herradura que del N. de la prov. se dirigen á Huelva y á Portugal […]. Hay que advertir que los hace arrancar de Los Santos; uno de ellos, o ambos, partiría por la C/ Zafra, por el camino romano (ver aquí el punto 7.6.4.) (FIGURAS 1 y 2). Pero Madoz nos da una información clave:

Pasa la carretera de Badajoz á Sevilla á ½ leg. N. y se junta en el pueblo de los Santos con el de Mérida: en la deh. del Rincon al N. se ha abierto un ramal que entra por las calles de esta v. y va á buscar otra vez la carretera á 2 leg. al E.: esta obra se está haciendo á costa del pueblo voluntariamente, y le promete grandes ventajas, porque ademas de poner en espedita comunicación esta importante v. con las 2 citadas cap., ahorra á los viajeros ¾ leguas de camino […]

 Reconoce a Los Santos como paso y punto de encuentro de las carreteras desde Badajoz y Mérida a Sevilla, pero nos habla de los inicios de cómo comenzó a cimentarse el trazado definitivo de la C.N. 432 Badajoz-Granada desde El Rincón en dirección a Zafra; itinerario utilizado por otros viajeros en siglos anteriores…  



CONCLUSIONES GENERALES

          1ª)- Múltiples motivaciones e imponderables geográficos, extraterritoriales y locales, esculpieron  aquí una encrucijada de caminos naturales. El rastro de todo ello lo encontramos en la acumulación de referencias toponímicas relacionadas con una tradición viaria secular.

          2ª)- Como vemos, desde los orígenes y hasta mediados del Siglo XIX, de los cuatro ejes mencionados, aquí coincidentes, hay dos que son los más frecuentados (o, al menos, los más documentados, pues poco sabemos de la ingente trashumancia por la Cañada Real Leonesa Occidental a su paso por este territorio): 1º el itinerario S.-N., o “Camino de la Plata”; y el eje SE.-NO., Córdoba-Badajoz. Ambos fueron la base de las Carreteras Nacionales: 630, “Gijón-Sevilla”; y 432, “Badajoz-Granada”. Del mismo modo el resto de los antiguos trazados mencionados se corresponden hoy con otras tantas carreteras principales, como serían: la de “Los Santos (y no de Zafra, ¡ojo!)-Huelva”; o, también, la que desde esta zona central bajo-extremeña se dirige a Jerez de los Caballeros y a Portugal.

          3º)- Todo ello fue fruto también de una ordenación territorial-viaria de época romana. Vemos cómo desde aquí parten varios caminos a distintos municipios; dando al itinerario “de la Plata” una utilización racional político-administrativa y económica que sustentó y dio vida al Imperio en estas tierras extremas.

          4º)- El uso militar de este territorio se evidencia por la gran documentación caminera, también arqueológica de asentamientos en altura. El ser una zona intermedia entre importantes núcleos, y la coincidente alineación de pasos naturales, favoreció la utilización estratégica de estos corredores viarios.

          5º)- Como conclusión final decir que estas pocas páginas pretenden ser una breve aproximación, con el objetivo de concienciarnos del gran Patrimonio que son nuestros caminos históricos. Este enorme legado hay que respetarlo y conservarlo para nuestras futuras generaciones; una riqueza que ha de ser disfrutada y rentabilizada social y económicamente por todos, evitando impactos negativos e irreversibles a sus trazados físicos y a su entorno ambiental. Y es que nuestros caminos, como por ejemplo: la Vía de la Plata, o la Cañada Real Leonesa Occidental; han de ser fértiles oportunidades para nuestro “desarrollo sostenible”, y para el hermanamiento con todos los pueblos que por aquí pasaron… caminos para el progreso y para la Paz.
  






FIGURA 1: Aproximación a las Vías Romanas de la Beturia en el suroeste peninsular,
en donde se observa el entorno de Los Santos de Maimona como encrucijada de grandes caminos.



FIGURA 2: Perspectiva del paso natural (o “saltus”) al Este de Los Santos de Maimona,
entre las Sierras del Castillo (al fondo) y de San Cristóbal; en primer plano el Camino de Zafra.



FIGURA 3: “Puente Viejo” o “Puente Grande”, sobre el Arroyo Robledillo;
                                                 en la salida del Camino de Villafranca (dirección al Cementerio), al Norte de Los Santos de Maimona.


[1] El contenido de esta comunicación es el resultado de dos trabajos diferentes (primera y segunda parte), pero estrechamente interrelacionados temáticamente; por lo que hemos creído oportuno fusionarlos para facilitar una mejor exposición hacia el amigo lector.
[2] MUÑOZ HIDALGO, Diego Miguel. “Aportaciones al conocimiento de la Prehistoria, Historia Antigua y Medieval de la Comarca de Zafra”, Actas del Congreso Conmemorativo del VI Centenario del Señorío de Feria (1394-1994), Zafra, 1994.
[3] TERRÓN ALBARRÁN, Manuel. Extremadura Musulmana, Badajoz, 1991, págs. 34-36.
[4] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, Félix. “Ragwal y el itinerario de Musà, de Algeciras a Mérida”, Revista Al-Andalus, Volumen XXVI, Madrid-Granada, 1961, págs. 124-125; TERRÓN ALBARRÁN, Manuel. El solar de los Aftásidas. Aportación temática al estudio del reino de Badajoz. Siglo XI, Badajoz, 1971, pág. 679; GÓMEZ REY, Miguel y GALLEGO LOZANO, Jacinto. Datos de Archivo, Coleccionable publicado en el Boletín Informativo Municipal de Los Santos, desde mayo de 1984 a mayo de 1987, págs. 29-32; SAMINO LEÓN, Aniceto. Monografía Histórica sobre la villa de Los Santos de Maimona, Los Santos, 2002, inédito mecanografiado, págs. 1-2.
[5] GÓMEZ REY, M. y GALLEGO LOZANO, J. Op. cit., nota 4, págs. 29-32; SAMINO LEÓN. Op. cit., nota 4, págs. 1-2
[6] Ibidem.
[7] GIL-MASCARELL BOSCÁ, Milagros; RODRÍGUEZ DÍAZ, Alonso y ENRÍQUEZ NAVASCUÉS, Juan Javier. “Enterramientos en cista de la Edad del Bronce en la Baja Extremadura”, Saguntum, Valencia, 1986; MUÑOZ HIDALGO, D. M. Art. cit., nota 2, págs. 41-42 y 44
[8] BLÁZQUEZ FRAILE, Agustín. Diccionario Latino-Español, Español-Latino, Editorial Ramón Sopena, Barcelona, 1988, pág. 1384; SEGURA MUNGUÍA, Santiago. Diccionario Etimológico Latino-Español, Ed. Generales Anaya, Madrid, 1985, pág. 645.
[9] MENÉNDEZ PIDAL, Ramón. Orígenes del Español, 3ª Edición, 1956, punto 20.3.
[10] ONNEGA [pseudónimo]. “Santos falsos (hagiotoponimia)”, en www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2337 [18-II-2007].
[11] MENÉNDEZ PIDAL, R. Op. cit., nota 9, punto 20.3.
[12] GIMENO MOROS, Beatriz. La economía del Quijote, pág. 35 [ www.ecobachillerato.com]
[13] MANGAS, Julio. Historia de España Antigua, tomo II, págs. 592-593.
[14] MORENO GALLO, Isaac. “Ingeniería Romana en los Caminos de Santiago, III-El Camino Aragonés”, Revista Cimbra, nº 359, Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, noviembre de 2004.
[15] GÓMEZ REY, M. y GALLEGO LOZANO, J. Op. cit., nota 4, p. 30. Nos han llegado noticias de que los restos decorativos visigodos depositados en el Museo Municipal de Los Santos de Maimona, pertenecerían a esta Ermita. Sobre su ubicación creemos que pudiera estar a la izquierda del antiguo Camino de Zafra (ver punto 7.6.4.), a su paso por un portillo que culmina su cumbre.
[16] ROLDÁN HERVÁS, J. M. Iter ab Emerita asturicam. El Camino de la Plata, Salamanca, 1971, págs 17-19. GARCÍA PÉREZ, Guillermo. “La Calzada del Cantar de Mýo Çid”, El Miliario Extravagante, 67, Cortes de la Frontera, 1198, pág. 12, (nota 35) sobre “delapidata”. RODRÍGUEZ MORALES, Jesús. “Algunos topónimos camineros y las vías romanas de la Península”, El Miliario Extravagante, 71, Cortes de la Frontera, 1999, págs. 7-8. RODRÍGUEZ MORALES, Jesús. “Algunos textos sobre la construcción de las vías romanas”, El Miliario Extravagante, 85, Cortes de la Frontera, 2003, págs.25-26, sobre “delapidata”.
[17] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Ragwal…”, art. cit., nota 4, págs. 96-98.
[18] Mapa Topográfico nº 854, Escala 1/50.000, del Instituto Geográfico y Catastral, 1ª Edición, 1948. Este “Puerto de la Plata” hace aquí linde con los términos municipales de Usagre y Puebla de Sancho Pérez.
[19] TORO FERNÁNDEZ, Blas. Zafra. Dinámica urbanística (1940-1995), Imprenta Rayego, Zafra, 2007.
[20] MUÑOZ HIDALGO, D. M. “Aportaciones…”, art. cit., nota 2, págs. 40-41.
[21] JIMÉNEZ ÁVILA, F. Javier y MUÑOZ HIDALGO, Diego M. “Aportaciones al conocimiento del Calcolítico en la Cuenca Media del Guadiana: la Comarca de Zafra (Badajoz)”, Norba, nº 10, Revista de Historia de la Universidad de Extremadura, Cáceres, 1989-1990, págs. 15, 22, 31.
[22] ENRIQUEZ NAVASCUÉS, Juan Javier. El Calcolítico o Edad del Cobre de la Cuenca Extremeña del Guadiana: Los Poblados, Publicaciones del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, 2, págs. 64 y 314. JIMÉNEZ ÁVILA, F. J. y MUÑOZ HIDALGO, D. M. “Aportaciones…”, art. cit., nota 21, págs.12-15; MUÑOZ HIDALGO, Diego Miguel. “Aportaciones…”, art. cit., nota 2, pág. 41.
[23] ALMAGRO-GORBEA, Martín. El Bronce Final y el Periodo Orientalizante en Extremadura, Madrid, 1977. GARCÍA BELLIDO, A. “Inventario de los jarros púnico-tartésicos”, Archivo Español de Arqueología, nº 33, págs. 44-63.
[24] MUÑOZ HIDALGO, D. M. “Aportaciones…”, art. cit., nota 2, págs. 41-42.
[25] MUÑOZ HIDALGO, Diego Miguel. “Apuntes para el Estudio de las Vías Romanas en la Beturia Extremeña”, El Miliario Extravagante, nº 30, La Línea, 1991, págs. 5 y 7-9. MUÑOZ HIDALGO, Diego Miguel. “Notas sobre la Vía romana Turgalium-Metellliún-Nertóbriga”, El Miliario Extravagante, nº 42, La Línea, 1993, págs. 17-18. BERROCAL-RANGEL, Luis. Los Pueblos Célticos del Suroeste de la Península Ibérica, Madrid, 1992, págs. 255 y 258.
[26] ALMAGRO-GORBEA, Martín. Las Estelas Decoradas del Suroeste Peninsular, Biblioteca Praehistoia Hispana, Vol. VIII, pág. 122. BLÁZQUEZ, José Mª. “Los carros votivos de Mérida y Almorchón”, Zephyrus, VI, Salamanca, 1955.
[27] ARCE, Javier. Historia de España Antigua, tomo II, Ed. Cátedra, pág. 93. VV.AA.  Crónica de España, Ed. Plaza & Janés, Barcelona, 1988, pág. 42-43.
[28] ARCE, J. Ibidem, nota 27, págs. 81 y 94-97. VV.AA.  Crónica..., Ibidem, nota 27, págs. 42-43.
[29] ROLDÁN HERVÁS, J. M. Historia de España Antigua, tomo II, Ed. Cátedra, págs. 120-123.
[30] ARIAS BONET, Gonzalo. Atlas Histórico de la Península Ibérica, mapa 9; los mapas de este Atlas se publicaron como suplemento del boletín El Miliario Extravagante entre 1993 y 1999.
[31] MONTENEGRO, Ángel. Historia de España Antigua, tomo II, Ed. Cátedra, pág. 266.
[32] MUÑOZ HIDALGO, D. M. “Aportaciones…”, art. cit., nota 2, págs. 42-43.
[33] RODRÍGUEZ BORDALLO, Ramón y RÍOS GRAÑA, Ana María. “Contributa Iulia Ugultiniacum”, V Congreso de Estudios Extremeños, Ponencias VII y VIII, Arqueología y Arte Antiguo, Badajoz, 1976.
[34] FERNÁNDEZ CORRALES, José María. El asentamiento romano en Extremadura y su análisis espacial, Cáceres, 1988, págs. 46-47.
[35] SAAVEDRA, Eduardo. Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia, Madrid, 1862.
[36] ARIAS BONET, Gonzalo. Repertorio de Caminos de la Hispania Romana, La Línea, 1987, págs. 487-516. ROLDÁN HERVÁS, J. M. Itineraria Hispana, Madrid, 1975.
[37] VAN BERCHEN, D. “La Annona y el Itinerario Antonino, Anexos de El Miliario Extravagante, 4, diciembre, 2002.
[38] ARIAS BONET, Gonzalo. “Santa Eulalia de Mérida y la divisoria bético-lusitana”, El Miliario Extravagante, nº 13, París, 1967. SILLIÈRES, Pierre. “Centuriation et voie romaine au sud de Mérida: contribution a la delimitation de la Betique et de la Lusitenie”, Melanges de la Casa de Velásquez, T. XVII/1, págs. 437-448, París, 1982; SILLIÈRES, P. “Voies Romaines et Limites de provinces et de cités en Lusittainie”, Villes de Lusitanie Romaine, Paris, 1990.
[39] MUÑOZ HIDALGO, D. M. “Apuntes…”, art. cit., notas 2 y 25, pág. 45.
[40] MUÑOZ HIDALGO, Diego M. “Un Miliario en Los Santos de Maimona (Badajoz) perteneciente a la vía 23 del Itinerario Antonino”, El Miliario Extravagante, nº 36, La Línea, 1992.
[41] SILLIÈRES, P. “Centuriation…”, art. cit., nota 38; SILLIÈRES, P. “Voies Romaines…”, art. cit., nota 38; SILLIÈRES, Pierre. Les voies de communicatio de l´Hispaine meridionales, París, 1990. Desde aquí, y a Emérita, su trazado se identifica perfectamente.
[42] RODRÍGUEZ DÍAZ, Alonso. Arqueología de Tierra de Barros, Zafra, 1986.
[43] ARIAS BONET, G. “Santa Eulalia…”, art. cit., nota 38.
[44] Esta información está extraída del Croquis de las Vías Pecuarias del Término Municipal de Los Santos de Maimona (Badajoz). Escala: 1:25.000, y firmado en Madrid el 29 de diciembre de 1959 por el Perito Agrícola del Estado, del que desconocemos su nombre.
[45] MUÑOZ HIDALGO, D. M. “Notas sobre…”, art. cit., nota 25.
[46] MUÑOZ HIDALGO, D. M. “El origen urbano de Zafra”, Zafra, Jornadas culturales y Feria de San Miguel, Zafra, 1988.
[47] ARIAS BONET, Gonzalo. Atlas Histórico…, op. cit., nota 30, mapa 13; GARCÍA DE CORTÁZAR, Fernando. Atlas de Historia de España, Barcelona, 2005, pág. 129.
[48] LÓPEZ-DAVALILLO LARREA, Julio. Atlas histórico de España y Portugal, Madrid, 2000, pág.75.
[49] GARCÍA DE CORTÁZAR, F. Atlas…, op. cit., nota 47, pág. 132.
[50] LÓPEZ-DAVALILLO LARREA, Julio. Atlas…, op. cit., nota 48, pág.77; VV.AA.  Crónica..., op. cit., nota 27, pág. 90.
[51] ROLDÁN HERVÁS, J. M. Itineraria Hispana, Madrid, 1975, pág. 130.
[52] NAVARRO DEL CASTILLO, Vicente. Extremadura, un grito en la Historia, Cáceres, 1980, págs. 222-223; ÁLVAREZ MARTÍNEZ, José María y DE LA BARRERA, José Luis. Guía breve de la Colección Visigoda, Asociación de Amigos del Museo Nacional de Arte Romano, Mérida, 1995, pág. 9.
[53] URIOL SALCEDO, José I. Historia de los Caminos de España, Vol. I, pág. 35.
[54] NAVARRO DEL CASTILLO, V. Extremadura,…, op. cit., nota 52, págs. 199-200.
[55] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, Félix. “Ragwal y el itinerario de Musà…”, art. cit., nota 4.
[56] CHALMETA GENDRÓN, Pedro. “Asentamientos bereberes”, en Bataliús. El Reino Taifa de Badajoz. Estudios, Letrúmero-Madrid, pág. 107.
[57] ARIAS BONET, Gonzalo. Atlas Histórico…, op. cit., nota 30, mapa 20.
[58] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Ragwal y el itinerario de Musà…”, art. cit., nota 4, pág. 107.
[59] MUÑOZ GARDÉ, Andrés. “Crónica de la Vía de la Plata”, Paso a Paso, Temas de la X Semana Jacobea, Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Navarra, Pamplona, 1997, pág.134-135.; MUÑOZ HIDALGO, Diego M. y Varios Autores. Guía del Camino Mozárabe de Santiago, Vía de la Plata, Sevilla, 2001, pág. 45.
[60] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Los caminos de Córdoba hacia el noroeste en época musulmana”, Revista Al-Andalus, Volumen XXXII, Fasc. 2, Madrid-Granada, 1967, págs. 307 y 330-336; TERRÓN ALBARRÁN, M. Extremadura..., págs. 301-302.
[61] MUÑOZ GARDÉ, Andrés. “Crónica…”, art. cit., nota 59, pág. 135; MUÑOZ HIDALGO, D. M. y VV. AA. Guía del Camino…, op. cit., nota 59, pág. 46.
[62] TERRÓN ALBARRÁN, M. Extremadura…, op. cit., nota 60, pág. 325.
[63] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Los caminos…”, art. cit., nota 60, págs. 326-327.
[64] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Ragwal…”, art. cit., nota 4, págs. 122-127.
[65] ARIAS BONET, Gonzalo. Atlas Histórico…, op. cit., nota 30, mapa 53.
[66] GÓMEZ REY, M. y GALLEGO LOZANO, J. Datos…, op. cit., nota 4, pág. 38.
[67] CROCHE DE ACUÑA, Francisco. Zafra, una lección de Historia y Arte, Zafra, 1980, pág. 21; HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Los caminos…”, art. cit., nota 60, págs. 284-288; MUÑOZ HIDALGO, D. M. “Aportaciones…”, art. cit., nota 2, pág. 46.
[68] MARTÍN MARTÍN, José Luis y GARCÍA OLIVA, María Dolores. Historia de Extremadura, Tomo II.
[69] CROCHE DE ACUÑA, F. Zafra, una…, op. cit., nota 67, pág. 22.
[70] Mapa Topográfico nº 854…, op. cit., nota 18.
[71] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Ragwal…”, art. cit., nota 4, págs. 96-97.
[72] Ibidem, pág. 99
[73] NAVARRO DEL CASTILLO, Vicente. La Epopeya de la Raza Extremeña en Indias, Mérida, 1978, págs. 367-371 y 478-479.
[74] GÓMEZ REY, M. y GALLEGO LOZANO, J. Datos…, op. cit., nota 4, págs. 137-168.
[75] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Ragwal…”, art. cit., nota 4, pág. 99.
[76] COLÓN, Hernando. Descripción y cosmografía de España. Manuscrito de la Biblioteca Colombina, Edición Facsímil de la Sociedad Geográfica, Madrid, 1910; reedición Sevilla, 1988, págs. 195, 226-228 y 231-237. Da bastante información de itinerarios y leguas. Desde Los Santos. a Fuente de Cantos, 4; a Fuente del Maestre, 2; a Calzadilla, 2 y 3; a Torremegía, 7; a Feria, 3; a Villafranca de los Barros, 3; a Puebla de Sancho Pérez, 1 y a Usagre, 4. Según esto la legua sería, más o menos, unos 6 km. (ver nota 91).
[77] DE FORONDA Y AGUILERA, Manuel. Estancias y Viajes del Emperador Carlos V, Madrid, pág. 269; HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Ragwal…”, art. cit., nota 4, págs. 99-100.
[78] ARIAS BONET, Gonzalo. El Repertorio de Villuga. Anexos de El Miliario Extravagante, 3, abril, 2002.
[79] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Ragwal…”, art. cit., nota 4, págs. 100-101.
[80] MUÑOZ GARDÉ, A. “Crónica…”, art. cit., nota 59, pág. 135; MUÑOZ HIDALGO, D. M. y VV. AA. Guía del Camino…, op. cit., nota 59, pág. 46. Del Siglo X tenemos más noticias de los mismos.
[81] HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, F. “Ragwal…”, art. cit., nota 4, pág. 103.
[82] TOVAR GRAGERA, Cayetano. “Privilegio de Cadenas. Real Merced, para una Casa Santeña”, Revista de las Fiestas Patronales en Honor de Ntra. Sra. de la Estrella, Los Santos de M., 2003, págs. 49-53. En agradecimiento recibe una Real Célula, en la que puede leerse. “Por cuanto por decreto señalado de mi real mano de 7 de abril pasado de este año, he concedido a vos D. Gonzalo Baltasar de Carvajal, mariscal de campo de mis ejércitos, la merced de que pongáis cadena, según estilo, en la puerta de la casa que en esta villa de Los Santos tenéis, en atención de haberme alojado en ella en esta presente jornada, y que la referida casa goce las preeminencias que por esta mi real célula le pertenecen”. Por otro lado su estancia aquí nos lo demuestra un acta del Cabildo Municipal, del día 9 de marzo de 1729, en la que consta el acuerdo de cómo resarcirse de los gastos por el paso por la villa de SS.MM. Agradecemos también la información prestada por el Historiador local D. Miguel Gómez Rey.
[83] Fotocopias del original en mi poder a disposición del que quiera consultar.
[84] VV.AA. Interrogatorio de la Real Audiencia, Tomo Partido de Llerena, Mérida,1994, págs. 881-888.
[85] LÓPEZ, Tomás. Mapa de la Provincia de Extremadura, Madrid, 1798, Edición facsímil del Instituto Geográfico Nacional, 1990; BARRIENTOS ALFAGEME, Gonzalo. La Provincia de Extremadura al final del s. XVIII. Descripciones recogidas por Tomás López, también bajo el título. Estremadura. Por Lopez año de 1798,  Mérida, 1991, pág. 204.
[86] MAESTRE, María Dolores. 12 Viajes por Extremadura. En los libros de viajeros ingleses. 1760-1843, Diputación Provincial de Cáceres, Plasencia, 1990, págs. 249-255.
[87] Ibíd., págs. 276-278.
[88] MARTÍN CALVARRO, Jesús. Extremadura en los relatos de viajeros de habla inglesa (1760-1910), Colección Filología “Rodríguez Moñino”, nº 21, Diputación de Badajoz, Badajoz, 2002, pág. 63. Este autor traduce como “posada”.  
[89] Sobre la localización de esta “casa de postas” o “posada”, y estudiando el recorrido que hace antes de parar en la misma, suponemos que se encontraría en el entorno urbano de Vistahermosa. Aquí había uno de estos establecimientos a principios del Siglo XX que poseía caballeriza, en los terrenos que hoy ocupa parte del actual Hostal Rosa, que guardería esta tradición caminera. Es posible que fuera éste el lugar en donde parase nuestro “inglés”, ya que esta ubicación se encuentra, además, en la continuidad del trazado de la C/ Sevilla, heredera del antiguo camino Badajoz-Sevilla en diversas épocas.
[90] En castellano en el original.  
[91] Es decir, de Sta. Marta a Fuente de Cantos. 9. Si más o menos la distancia es de 60 km. (33 km. + 27 km.); la legua se correspondería aquí a una media de 6´66 km. Por otro lado informa que desde Los Santos de M. a Fuente de C. tardó 4 horas, por lo que su marcha a caballo coincidiría con 6´66 kms.-1 legua/hora (ver nota 76).
[92] MAESTRE, M. D. 12 Viajes…, op. cit., nota 86, págs. 251 y 277 (nota 13).
[93] MADOZ, Pascual. Diccionario Geográfico-Estadístico de España y sus posesiones en Ultramar, Madrid, 1849, Tomo XIII, pág. 853. Redición facsímil, Zafra, 1991.
[94] Ibíd. Tomo XVI, págs. 443 y 446.
[95] Junto a este paso obligado serrano, entre la Dehesa del Rincón y la Sierra del Águila, creemos haber descubierto un Dolmen, aún por confirmar. Este tipo de enterramiento funerario prehistórico era frecuente encontrarlo relacionado con vías naturales.

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